Y tú, ¿eres de té o de café?
Tanto el té como el café son dos bebidas muy populares que las personas consumen en multitud de ocasiones: en los descansos laborales, en reuniones de trabajo, en quedadas con los amigos o como broche final a una comida o cena. Por eso, son dos productos que no pueden faltar en nuestras máquinas vending. ¿Conocéis los beneficios de una y otra bebida?
Lo cierto es que una taza de té contiene menos cafeína (teína, en este caso), pero no porque el producto en sí tenga una menor proporción de esta sustancia, de hecho todo lo contrario. Una hoja de té fermentada contiene más cantidad de teína que el propio café, pero para preparar una taza se necesita muchas menos cantidad de té, por lo que la cafeína disminuye.
Ambas bebidas tienen un efecto antioxidante muy potente que ayudan a mejorar el organismo si se consumen de forma moderada. Retrasan el envejecimiento y previenen el riesgo cardiovascular.
Por su parte, esta acción antioxidante del té ayuda a prevenir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como el de mama, piel, pulmón, estómago, esófago, hígado, ovarios, próstata o boca, entre otros.
Normalmente se asocia el consumo de café a personas más nerviosas e inquietas y el consumo de té a personas más relajadas y espirituales. Pero, sea como sea, lo cierto es que se calcula que aproximadamente el 80% de la población adulta toma cafeína, principalmente aportada por el café, y esta sustancia reduce considerablemente los riesgos de enfermedades relacionadas con el corazón y el cerebro.
Así que teniendo en cuenta todos los beneficios que aportan estos dos productos y siendo siempre responsables de no abusar de la cafeína, podemos decir que se trata de dos bebidas que benefician al ser humano y refuerzan su salud, por lo que podemos continuar bebiendo café y té en cantidades razonables, como máximo tres tazas al día.
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